Una física renovada para un futuro estelar
El Doctor en Ciencias Físicas Yoël Lana-Renault publica Aspin Bubbles y su mecánica (Editorial Círculo Rojo, 2020), una síntesis de su trabajo investigador adaptada para todos los públicos que adelanta la predicción de una nueva fuerza y mecánica capaz de explicar todos los fenómenos conocidos con exquisito rigor académico y sencillez conceptual.
El ser humano lleva soñando con comprender la naturaleza de los elementos que le rodean desde su aparición. ¿Qué esconden el viento, la nutritiva tierra, el imprescindible líquido transparente capaz de saciar la sed y que llamamos agua? ¿De qué se componen las luciérnagas inalcanzables que titilan en los cielos cuando el sol se retira por el horizonte? ¿Y es posible acariciar la luna y otros astros con la inagotable avaricia del ingenio humano? El intento continuo de filósofos y, más adelante, de mujeres y de hombres de ciencia por resolver las cuestiones que constituyen el hecho mismo de existir ha edificado el acervo científico que define nuestra época. Nuestros ancestros, herederos de Prometeo, atrapaban ápices de luz mediante la conservación del fuego; ahora, descendientes de Faraday, devoramos energía eléctrica en un flujo continuo e inabarcable de aplicaciones prácticas. Se dice que Arquitas de Tarento, hace unos dos mil trescientos años, inventó una paloma mecánica que voló unos doscientos metros impulsada por vapor. Dos mil años más tarde nacería el primer avión de la mano de los hermanos Wright, y del talento del ingeniero español Emilio Herrera, el primer antecedente del traje espacial que posibilitaría, décadas después, que el ser humano plantase su huella en la desolada superficie lunar. ¿Dónde comienza la ciencia y termina el sueño, el deseo por trascender el saber de una época? Los fundamentos cotidianos de nuestra tecnología se alimentan del trabajo de genios que, con empirismo y amor por el conocimiento, se esforzaron por abrir nuevas sendas hasta entonces imposibles de transitar en el pensamiento de su época. Aunque en multitud de ocasiones fueran tachados por ello de ignorantes y de locos.
Me gusta pensar que el trabajo del Doctor en Ciencias Físicas Yoël Lana-Renault (Rennes, Francia, 1949) enraíza con esa frágil aristocracia de talentosos visionarios que han apuntalado los cimientos del progreso humano contra viento, marea y constantes palos en las ruedas. Su tesis doctoral, defendida en la Universidad de Zaragoza y cuyos resultados fueron avalados en los principales congresos de la disciplina occidentales y asiáticos, supuso ya en su momento un despliegue de su infinita capacidad científica: un renovado modelo de constitución interna de nuestro planeta que ha permitido a los geofísicos mejorar su estudio y comprensión. Mientras tanto, comenzó a desarrollar en paralelo lo que inicialmente fueron unos planteamientos sobre la materia conocida -de la que usted y yo estamos formados y de la que se nutre todo cuanto alcanza nuestra vista-, publicados en la ya extinta revista internacional de física Apeiron. Su idea, la pregunta que dio inicio a la que puede ser una revolucionaria renovada mirada de la Física, se sostiene sobre la incompleta acogida que presta la realidad al modelo estándar de partículas. Así que Lana-Renault determinó, en primer lugar, que el concepto de éter debía ser reinstaurado para aspirar a comprender en plenitud las fuerzas a distancia. La segunda determinación fue que la estructura de la materia debía ser más simple, formada únicamente por dos componentes semejantes en sus características e inversos en su interacción con el éter que les circunde y entre sí mismos. Con estos dos fundamentos comenzó a investigar como debe investigar un físico que se dignifique a sí mismo, extrapolando su planteamiento al lenguaje matemático y dejando que su desarrollo muestre su carácter fantasioso o su convergencia con la realidad observable e interpretable.
Portada del libro ‘Aspin Bubbles y su mecánica’, editorial Círculo Rojo
Por suerte para Lana-Renault, su trabajo comenzó a dar frutos desde el inicio. Uno de los más iniciales, su encontronazo con el efecto Casimir, un fenómeno asimilado únicamente a partir de experimentos. Más adelante se topó con la fuerza de la gravedad, desvelada por la simple interacción de una materia que se apoya casi exclusivamente en la mecánica de Newton, alcanzando el hito de ser quizás la primera propuesta teórica que desvela la gravedad sin introducirla como una verdad experimental. Sin embargo, aspectos aún más trascendentes llegarían años después. Según su trabajo se fue engrosando, aparecieron las fuerzas eléctricas y los campos electromagnéticos y cada detalle conocido tanto a través de la relatividad general como de la mecánica cuántica. En otras palabras: sin pretenderlo, sin artificiosos experimentos y sin forzar el trabajo con conceptos previamente inducidos ha hallado la que quizás sea la primera teoría seria que unifica todos los modelos y las fuerzas conocidas. Pero aún hay más. Aspin Bubbles no sólo fotografía la física del presente, sino que predice eventos y posibilidades tecnológicas al margen de nuestro entendimiento actual. Por ejemplo, con el «descubrimiento» de una nueva fuerza de la naturaleza, la fuerza bautizada como Yannoe; la incógnita acerca de la materia y la energía oscuras, el movimiento browniano de partículas o la mejora en naves espaciales -incluyendo efecto antigravitatorio-, o la explicación de por qué es imposible componer antimoléculas, aunque sí antiátomos, como ha demostrado ampliamente el CERN en sendos experimentos. Cada una de estas predicciones podrían situar el futuro de nuestra especie en un contexto prometedor.
Como crítico con mirada científica he quedado rendido ante este libro. Lana-Renault despliega su carácter pedagógico -ha sido profesor en diversas instituciones públicas, incluida la universidad- para poner la física al alcance de cualquier lector. Aspin Bubbles y su mecánica está escrito con un lenguaje claro y sencillo, combinando palabra y lenguaje matemático con equilibrada mesura, sin dejarse llevar por el frenesí de la dialéctica ni por el inflexible rigor de su formación académica. Lana-Renault expone la palabra justa que llega al lector y el desarrollo preciso que justifica y demuestra lo comentado previamente en un diálogo que no infantiliza ni abruma. Aspin Bubbles y su mecánica es un trabajo del más alto nivel científico que pretende cumplir, ya de paso, otro de los deseos de su autor: que la física como disciplina, y más concretamente la investigación, trascienda el enclaustrado ambiente académico y sea accesible para el lector dispuesto a reflexionar.
Ante ustedes se encuentra un libro que formará parte de la ciencia del mañana. Quizás no la que lleguemos a ver con nuestros propios ojos, ni nuestros hijos, pero puede que sí nuestros nietos o bisnietos. Al lector que quiera admirar este descomunal libro con la mirada de la razón, eludiendo los límites del tiempo, le espera una joya que disfrutar con alevosa desmesura. Les invito a descubrirlo.
Por David Lorenzo
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