Nacho Escartín: “La mejor vacuna frente a la extrema derecha es el escudo social”

Asiduo a los movimientos sociales desde el año 2000, Nacho Escartín Lasierra participó en diversos colectivos pasando por la Red ciudadana para la abolición de la deuda externa, Ecologistas en Acción, redes antirracistas y la radio libre. Durante 15 años presentó el programa «La Enredadera» en Radio Topo, plataforma que, como él mismo reconoce, le permitió hablar y conocer más de cerca la calle y los colectivos aragoneses, pudiendo participar activamente en la creación de un movimiento, Zaragoza en común, que posteriormente ganaría la alcaldía de la capital aragonesa. Eso le llevó a participar en Podemos y salir elegido como diputado en las cortes en la primera participación del partido en carácter autonómico. Aunque alcanzó a liderar al Partido morado en Aragón, hace menos de un año acabó destituido como secretario general y actualmente ejerce de portavoz del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos en las Cortes, defendiendo el ecologismo y el mundo rural. Pese a todo, sigue viviendo, como orgullosamente proclama, en la casa que construyó su abuelo en la pequeña localidad de Nuez, a 20 kilómetros de Zaragoza. Ahí sigue cultivando su huerta y trabajando para mantener vivos esos pequeños pueblos, que con el sistema actual y los niveles de despoblación, están condenados a su extinción.

– Con todo lo que estamos viviendo desde marzo, ¿cómo estás?

– A nivel personal, sereno; pero a nivel social, preocupado, lógicamente. Aunque nos ha venido de golpe, ha habido que tomar decisiones muy drásticas y en muy poco tiempo. Estoy preocupado porque se están sosteniendo demasiado en el tiempo las restricciones, la paralización económica y las recomendaciones de relacionarnos menos, y todas estas cuestiones afectan al bolsillo y a la vida de las personas. Como políticos tenemos que estar a la altura de las circunstancias, porque la gente no tiene un colchón enorme al que tirarse esperando que amaine el temporal.

– La sociedad tuvo que afrontar un cambio brutal en su forma de vida, pero en la política parecen enrocadas las posturas que no agilizan las medidas y crean confusión en la población. ¿No es posible dar otra respuesta política, tal vez excepcional, de unión?

– Entiendo lo que dices. Es un momento de articular mayorías muy amplias, acuerdos sociales a largo plazo, estrategias económicas de cuáles son los sectores que nos van a dar un mayor bienestar, pero eso es complicado cuando tienes enfrente una ultraderecha que está haciendo una batalla mediática, cultural y política siguiendo a pies puntillas lo que es el “Trumpismo”, una política en lo económico absolutamente neoliberal, de fortalecimiento y enriquecimiento de unas élites  muy minoritarias, recortando derechos laborales y extendiendo la precariedad en la mayoría de la población, junto al mal entendido patriotismo, que no deja de ser un interés, de agitar las banderas e intentar hacer ese choque de trenes que nos aleja de hablar de los problemas reales de la gente. Vemos dos modelos muy enfrentados en España, un Gobierno progresista, con todas las comillas y los limites que podamos encontrar, frente a una ultraderecha mediatizada que lo único que quiere es que “cuanto peor, mejor”. 

– Con el crecimiento de la pobreza y la falta de recursos, la gente ya no tiene para subsistir, ¿qué plan puede establecer cada gobierno, tanto autonómico como de la nación, para combatir este problema? 

– Apostar por el sistema público. Históricamente ha habido primero una hegemonía del keynesianismo en muchos sitios, luego pasó a un neoliberalismo capitalista, del crecimiento ilimitado, que es inverosímil en un planeta que es finito. Ahora se está tendiendo a teorías donde cada vez se cuestiona menos la importancia del Estado, es decir, que haya una salvaguarda de lo que son los servicios públicos que finalmente son los que nos igualan a todos en esta sociedad. Detrás de las políticas del “austericidio”, de los recortes y las privatizaciones, hay muertos. Frente a eso tenemos el ejemplo de los países escandinavos donde hay muchísimas más personas dedicadas al empleo público, no solo en sanidad, sino también a la educación, los derechos sociales, en la atención especializada a personas dependientes y a personas mayores, etc. En definitiva, en los países donde el estado de bienestar estaba más consolidado han reaccionado mucho mejor. 

– Durante la crisis del 2008 hubo una contestación social apolítica que fue el 15M, que hizo una investigación profunda de qué es lo que ocurría dentro del sistema para poder dar una respuesta. Más tarde apareció Podemos, que acogió parte de ese movimiento para poder formarse y llegar a las instituciones. Ahora parece que después de esta crisis, el auge de la extrema derecha se está llevando una parte de esa “indignación”, ¿por qué?

– Recientemente me he leído La distancia del presente de Daniel Bernabé, que es una crónica de este auge y crisis de la institucionalidad. Creo que el 15M fue sobre todo una impugnación que visibilizaba la crisis institucional, ese “no nos representan” o “no queremos ser mercancía en manos de banqueros y de políticos”. Mucha gente, como yo, sentíamos que el sistema democrático no veía nuestros anhelos de participar, de comprometernos y de transformar la realidad. Esa impugnación a la crisis institucional, no solamente con los casos de corrupción del Partido Popular, se está dirigiendo a algo tan importante como la monarquía. El rey emérito se había envuelto en unos años de caza de elefantes en África cuando estaba toda España con una mano delante y otra detrás sin llegar a fin de mes. Ahora sabemos que tenía cuentas millonarias en Suiza que se dice que puede venir de preventas en Arabia Saudí. Todo ese coctel ha generado el surgimiento de podemos hace ya 7 años y la aparición de Ciudadanos. Después el nudo catalán y el conflicto que ha habido entre el procés, la declaración unilateral de independencia, la represión en el referéndum, etc. ha generado el surgimiento de un nacionalismo de extrema derecha que lo ha capitalizado Vox, y que hasta ahora ha hecho la misma política neoliberal que ya estaba haciendo el PP, pero está a su vez extendiendo una manera de ver España en blanco y negro. Eso hacia mucho tiempo que no se escuchaba con tanta vehemencia. Están señalando a muchísimas minorías: migrantes, sexuales, trabajadores en lucha, mujeres feministas…, que si las sumas en realidad somos la mayoría de la sociedad, porque está sociedad es plural, diversa y no vivimos en 1950. El desencanto que tiene cada vez más gente con la paralización económica se puede convertir, como hemos visto en muchos países, en una adscripción a tesis racistas, xenófobas o directamente fascistas como está fomentando Vox. 

Nacho Escartín presentando el programa de «La enredadera» en la Plaza del Pilar durante el 15M

– Y entonces, ¿qué se puede hacer para frenar a esa minoría reaccionaria, que hace tanto ruido, para que no perjudique a la mayoría de la sociedad? 

– La mejor vacuna frente a la extrema derecha es el escudo social. Es blindar y ampliar los derechos, demostrar que detrás del acuerdo de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos hay soluciones y mejoras materiales que la gente las ve como soluciones a muchos de sus problemas. Con el aumento del salario mínimo interprofesional, con el ingreso mínimo vital, con los ERTE, con leyes de cambio climático, leyes que amplían los derechos sociales, una reforma fiscal que permita más progresividad, reducción y redistribución de la riqueza y una reducción de las desigualdades. Si todo eso se concreta en políticas útiles que la gente vea y leyes que se puedan articular en un Congreso de los Diputados muy plural, el auge de la extrema derecha se puede frenar.

– Pero que se promulguen y se hagan publicas a bombo y platillo y luego no se apliquen, hablo del Ingreso Mínimo Vital que muchas asociaciones denuncian que no llega a la gente que lo solicita, ¿eso no puede ser perjudicial para esa contestación? 

– Totalmente. Cuando tú generas expectativas tienes que responder, porque sino generas frustraciones y aunque sabemos que la política es el arte de cabalgar contradicciones, sabemos que con los recursos que hay ahora mismo, en los que serán los próximos presupuestos generales del Estado, sí que se puede concretar en propuestas certeras. El caso concreto del IMV, es muy buen ejemplo, se presentó como una solución rápida y urgente, ¿qué ha pasado? pues que ha sido difícil encajarlo tal y como estaban las rentas garantizadas de algunas comunidades autónomas. El propio Gobierno ha reconocido que la tramitación esta siendo más compleja de lo que ellos intuían y lo tienen que resolver a la mayor brevedad porque hay muchísima gente que ha solicitado y necesita ese ingreso para comer y me consta que están trabajando a fondo para resolverlo cuanto antes. 

– ¿Ha sido un error entonces promocionarlo de esa manera o ha sido una estrategia para poder disipar la situación de necesidad?

– Creo que el error es que haya miles de familias en España que todavía no tengan el ingreso en sus cuentas bancarias. Lo que tiene que hacer el Gobierno, como bien ha reconocido, es conseguir que esto sea así a la mayor brevedad. Es un derecho que todavía está en tramitación en el Congreso de los Diputados, y de hecho, como diputado en las Cortes de Aragón tampoco tenemos cerrado cómo será el encaje con el ingreso aragonés de inserción que ya existía. Pero de lo que se trata es que este derecho llegue a más familias que están necesitando este ingreso para luego poder tener esa oportunidad para estudiar, trabajar y salir adelante.

– Ahora que ejerces de representante en las Cortes y que conoces el campo y la vida rural, ¿cómo se puede enfrentar la situación de despoblación que están viviendo muchos pueblos en Aragón?

– Yo vivo en un pueblo pequeño, en una casa que hizo mi yayo hace más de 40 años. Mi hija nació aquí y va a la escuela rural y vivimos en esta comunidad de 800 habitantes. Creo que lo rural y una perspectiva del ecologismo social es lo que para mí son las puntas de lanza de la transición social, política y económica de lo que es un cambio de modelo que necesitamos, porque funciona. Siempre digo que la mejor propaganda es el ejemplo. Hace 8 años creamos una empresa cooperativa de la nada y a día de hoy sigue generando empleo y alimentando a varias decenas de personas con productos sanos y ecológicos. En este pueblo, en Nuez, vivimos bien y somos felices. Si tenéis oportunidad, idos a vivir al campo. El ecologismo social y la ruralidad son identidades que las tengo totalmente dentro y que las quiero trasladar y traducir a mejoras políticas que van mucho más allá. 

Nacho sembrando en el huerto. Foto de archivo de su Facebook

– Pero la falta de infraestructuras y en ocasiones la necesidad de establecer atractivos turísticos para atraer visitantes, como es el caso de Castanesa, pueden chocar con el perjuicio al ecosistema de algunos pueblos, ¿cómo se puede mantener el equilibrio?  

– En España ha habido un desarrollo económico basado en el turismo y en los servicios, junto a Francia somos uno de los países que más turistas recibe. En base a eso, se van buscando modelos no sostenibles. En el caso de Catanesa, que es un valle natural salvaje donde solo pastan las vacas y pasean los montañeros, según el Observatorio Pirenaico del cambio climático ahí va a nevar mucho menos y van a aumentar las temperaturas. Pues al igual que decimos que no queremos aeropuertos sin aviones, tampoco queremos estaciones de esquí sin nieve natural. Pero creo que es mejor hacer un análisis más amplio y ver qué opciones tenemos para buscar una economía más diversificada y que permita atraer la vida a esos pueblos y a su vez, no destrozar su ecosistema. Tenemos que mejorar los accesos por carretera y facilitar el acceso a internet para que haya diversidad laboral, mejorar también el bienestar de la población ampliando coberturas que necesitamos sin tener que ir a las grandes ciudades, de algún modo buscar alternativas que no destrocen la naturaleza.

– Pero formáis parte del gobierno que quiere sacar la ampliación de la estación de esquí adelante, si sale adelante la propuesta, ¿votareis “no”?

– Claro, siempre.

– ¿Seguro?

– No solamente votaremos “no”, sino que dentro del gobierno estamos buscando la manera de que este proyecto se paralice y hagamos un borrón y cuenta nueva, analizando que es lo que se puede y que no se puede hacer bajo criterios científicos, y en función de eso veremos si interesa hacer algo en Castanesa o dejarlo como está, virgen y salvaje.

– Para rematar el recorrido que hemos hecho y haciendo una retrospectiva, ¿el Nacho de antes se sentiría satisfecho de todo lo conseguido en estos años?

– Sí, me siento satisfecho de que el espíritu, el entusiasmo, la capacidad de trabajo y el concretarlo en políticas útiles y en soluciones por mi parte sigue igual que hace 5 años. Eso si, me hace sentir algo apesadumbrado el hecho de haber repetido muchísimos roles que no se corresponden con nuestras ideas, enfrentamientos cainitas entre compañeros, falta de cooperación, falta de fraternidad, competición entre compañeros para ser elegidos en unas primarias, para ostentar el poder de una organización como es Podemos, eso lo he vivido y lo he sufrido en primera persona. Creo que formar parte de un partido tan grande es diferente a formar parte de un colectivo más pequeño donde te juntas por afinidad. Cuando creamos el movimiento de Zaragoza en Común mimábamos mucho la resolución de conflictos, de intentar escuchar todas la voces, intentar incluir a todas las personas, intentar encajar todas las piezas. Bueno, pues en eso hemos fracasado. No hemos conseguido que las piezas encajen, para que dentro de esa diversidad de la que yo mismo tanto hablo, podamos vivir con pluralismo para un objetivo común. La crítica que hago, más allá de fustigarme, es que el concepto “partido” es una palabra que debemos cuestionar y que tenemos que reflexionar mucho de si es la mejor y la única para vehicular esa democracia directa de la que hablábamos al principio y que nos sacó a las plazas en el 15M. Tenemos que aprender de la experiencia y ser conscientes de los errores que hemos cometido, no pidamos al sistema que cambie solo, actuemos y con nuestros actos cotidianos intentemos cambiarlo.

Por Ahmed Bajouich (@midoblog16)

About Ahmed Bajouich Hamdi (30 Articles)
Director de AFCAR MEDIA. Periodista, locutor y productor audiovisual, con experiencia en diversos medios nacionales e internacionales además de diferentes labores de creación de contenidos audiovisuales. No tiene límites para las buenas ideas y apuesta por ellas.

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