Además de lo que habéis analizado, sería interesante que los gobiernos del mundo realizaran políticas que incentiven la lectura y la reflexión.
Sin duda la base de todo es la educación.
Que gratificante escuchar cosas así, solo se pueden ver en sitios como este. Que gran trabajo realizáis, se puede colaborar de alguna manera? Gracias!
Soy David Lorenzo, el entrevistado. Muchísimas gracias por la parte que me toca. Me agrada inmensamente que te haya resultado gratificante la entrevista.
Estoy de acuerdo contigo: deberían realizarse políticas comprometidas con la lectura y la reflexión. La educación debería reformularse: en vez de vertebrarse sobre la memorización de contenidos debería hacerlo sobre la discusión crítica y la comprensión de lo que se estudia. Todos los problemas morales de valores y respeto a los semejantes se reducirían al mínimo posible mediante los ejercicios de diálogo y discusión, donde se aprende que todos somos diferentes, pero en ningún caso peores que los demás. El inconveniente, creo yo, reside en los intereses poco constructivos que existen desde muy diversos frentes contra el estímulo de la reflexión y la ética.
Además de lo que habéis analizado, sería interesante que los gobiernos del mundo realizaran políticas que incentiven la lectura y la reflexión.
Sin duda la base de todo es la educación.
Que gratificante escuchar cosas así, solo se pueden ver en sitios como este. Que gran trabajo realizáis, se puede colaborar de alguna manera? Gracias!
Hola, Teresa.
Soy David Lorenzo, el entrevistado. Muchísimas gracias por la parte que me toca. Me agrada inmensamente que te haya resultado gratificante la entrevista.
Estoy de acuerdo contigo: deberían realizarse políticas comprometidas con la lectura y la reflexión. La educación debería reformularse: en vez de vertebrarse sobre la memorización de contenidos debería hacerlo sobre la discusión crítica y la comprensión de lo que se estudia. Todos los problemas morales de valores y respeto a los semejantes se reducirían al mínimo posible mediante los ejercicios de diálogo y discusión, donde se aprende que todos somos diferentes, pero en ningún caso peores que los demás. El inconveniente, creo yo, reside en los intereses poco constructivos que existen desde muy diversos frentes contra el estímulo de la reflexión y la ética.
Un saludo muy cordial,
David Lorenzo Cardiel