Contra el conflicto armado que sujetan tus manos
La ONG Alboan lleva su proyecto «Móviles por el Congo» a la Comunidad de Aragón gracias al apoyo de Ingienería Sin Fronteras Aragón.
Desde el 8 de enero todo el que lo desee puede depositar los dispositivos móviles que no vaya a utilizar en distintos puntos de recogida, disponibles en 7 centros públicos de Zaragoza y 1 de Huesca.
¿Cuántos minerales de sangre contiene tu smartphone? Con esta ácida y directa pregunta la ONG Alboan lleva cuatro años en su proyecto por una «Tecnología sin Conflictos Armados». Y es que en nuestros dispositivos móviles se encuentra unos elementos fundamentales para su funcionamiento: Oro, wolframio, estaño y tantalio, también conocidos como «minerales de sangre». Para entender el porqué de este apelativo hay que desplazarse hasta la República Democrática del Congo donde cada día cientos de personas son explotadas, amenazadas e incluso asesinadas a causa de estos codiciados minerales.
El auge de mafias y bandas armadas que utilizan la violencia y la barbarie para controlar este negocio ha hecho que la tecnología que se goza sobre todo en países occidentales tenga como pasado el sufrimiento de miles de personas.
La pregunta está servida, ¿qué podemos hacer para frenar esto?
Desde que diversas organizaciones dieron a conocer la terrible realidad de los congoleños, se han llevado a cabo numerosos movimientos para frenar esta situación. En España y desde 2014, la ONG Alboan ha desarrollado diversas iniciativas para reducir, dentro de las posibilidades, este atropello a los Derechos Humanos.
El objetivo de la campaña es dar a conocer la conexión que existe entre los móviles, tablets y ordenadores con la guerra en el este de la República Democrática del Congo para crear normativas que la frenen. Como explica desde Bilbao para este medio, el responsable de estudios y propuesta formativa de la ONG Alboan, Guillermo Otano, «Alboán es una ONG vinculada a los jesuitas con sede en País Vasco y Navarra, Bilbao, San Sebastián, Vitoria y Pamplona. Generalmente hemos trabajado la campaña aquí con colegios y grupos de voluntariado, siempre abierta a cualquier persona que pueda acceder a los materiales y pueda utilizarlos. Gracias a iniciativas como ISF la campaña ha podido llegar a nuevos territorios como Aragón».
¿Cómo se realizará el reciclado de móviles?
Desde Ingienería Sin Fronteras Aragón se detalla el proceso de la campaña:
1) Los móviles que funcionan se ponen a punto para su venta en mercados de segunda mano con todas las garantías requeridas, y el valor que generan se destina a financiar proyectos de acción humanitaria en el este de la República Democrática del Congo gestionados por ALBOAN.
2) En el caso de los móviles que no funcionan o que no tienen mercado, se separan sus componentes aprovechando que pueden ser reutilizados, y reciclando adecuadamente el resto de componentes. Así al devolver los minerales al mercado se disminuye la presión sobre su explotación.
Con estos pasos se puede reciclar hasta el 90% de los componentes de un teléfono móvil lo que reduciría la necesidad de extraer más minerales y desactivaría la sed de control por grupos armados que está causando la muerte de cientos de personas.
De acuerdo a la ONG, este conflicto se ha cobrado la vida de más de 5 millones de personas desde 1998, considerado el conflicto más sangriento desde el fin de la Segunda Guerra Mundial
Crear conciencia para desarmar el conflicto
Uno de los mayores logros de campañas de este tipo, cuenta Guillermo Otano, es la aprobación en 2017 de una legislación europea para regular el comercio de minerales procedentes de zonas de conflicto hacia la UE. «Esta legislación cuya negociación empezó a realizarse desde 2014 ha sido fruto del trabajo de numerosas organizaciones en todo el continente europeo donde ha habido un esfuerzo constante de seguimiento, difusión e incidencia política en las empresas que trabajan con esto». No obstante, reconoce, no se ha conseguido todo lo que se deseaba.
Aunque las empresas vinculadas tendrán la obligación de adoptar pasos para verificar que los minerales aunque procedan de zonas de conflicto, vienen de minas certificadas libres de trabajo infantil, explotación y grupos armados, la ley deja fuera de alcance a las empresas que importan dispositivos electrónicos ya procesados. «Hemos conseguido que las empresas que importan estos componentes tengan que verificar el origen de sus materias primas, pero no que las empresas tecnológicas que importan aparatos terminados tengan la misma obligación», apunta.
La idea es que se aplique esta ley de manera progresiva, una vez que se hayan identificado las refinerías y se avale que están cumpliendo los pasos y condiciones, servirán de abastecimiento para otras empresas. De este modo el mercado se verá obligado a adoptar estas medidas por la presión de los consumidores. y de ahí la importancia de crear conciencia, destaca el responsable de estudio de Alboán, para que valoren el esfuerzo y la ética que hay detrás de los aparatos que compran.

Foto: Mark Craemer
Hacia un futuro más ético y responsable
Entre otros proyectos que plantea la ONG está lanzar una guía de compra pública dirigida a las administraciones públicas y a cualquier institución que compre dispositivos telefónicos como ordenadores y móviles en gran volumen. Como cuentan desde Alboán, «la guía tendrá recomendaciones a la hora de hacer las ofertas de compra para que se incorporen en los criterios no solo características técnicas o el precio sino también características relacionadas con la responsabilidad de la empresa de los suministros de minerales». El trabajo ya está en marcha y está previsto que empiece a funcionar a partir de abril de este año.
Otra de las intenciones de cara al futuro es abordar la problemática de los «minerales de sangre» desde otros espacios. «En los próximos años la idea es hablar también de la problemática de los minerales en otros contextos que existe no solo en África sino también en América Latina y el Sureste Asiático. Una de las zonas a trabajar es Colombia». Con todos estas iniciativas y planes, se mantiene la lucha por un consumo ético y consciente de los dispositivos electrónicos consumidos de manera masiva. Un simple gesto como reciclar los aparatos que ya no se utilizan, puede suponer un enorme paso contra la barbarie que sufren los trabajadores de las minas en el Congo.
Los puntos de recogida están situados en las siguientes bibliotecas y centros, siete en Zaragoza y uno en Huesca: Centro Joaquín Roncal, Centro de Documentación del Agua y del Medio Ambiente, Centro de Historias, Biblioteca Hypatia de la EINA, Biblioteca Facultad de Ciencias, Biblioteca Facultad de Economía y Empresa, Biblioteca Facultad de Veterinaria y Biblioteca Facultad de Empresa y Gestión Pública (Huesca).
Flor Medina (@Fsilvestre5)
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