Jaime Gómez: «Quería transformar el dolor en arte»
Si hay algo que caracterice a Jaime Gómez es pasión. Le arde el pecho de puras ganas y es inevitable no percibirlo en su sonrisa, tan abierta y optimista como la de un niño. Derrocha puras ganas al andar, en la manera de deslcalzarse para «sentir el contacto de los pies con la tierra» o en la manera en que sus ojos se diluyen en un intenso líquido ambarino cuando habla del café colombiano y su suave sabor a flor. Pero si hay algo que le haga vibrar de verdad es el cine. Nació a las 6:15 de la mañana, bajo un día incipiente en la Colombia de 1984, tras estudiar Periodismo y Administración en su país natal, emprendió un viaje de más de 7 mil kilómetros hasta Argentina donde estudió Realización Audiovisual. Dos años en Nueva Zelanda como cineasta y director de comerciales y solo unos meses en Madrid, donde actualmente cursa un Máster en Comunicación Audiovisual que le abrirá las puertas a un doctorado. «Quiero enseñar, es mi sueño», afirma sin un hálito de dudas.
Pero Jaime no está aquí por sus ganas, que ya es mucho, hablamos con él sobre su cortometraje «Revelaciones», que ha sido proyectado en el 22º Festival Internacional de Cine LGBT de Madrid.
-«Revelaciones» es tu último y más reciente trabajo y además el primero en abordar una historia de una pareja homosexual.
-Este es mi corto número 12 y con temática gay. Lo hice tras una experiencia personal. A finales del año pasado estaba pasando por un momento que todos los seres humanos hemos sentido que es la sensación de pérdida, yo acababa de terminar una relación con mi primera pareja. Tengo la fortuna de tener un grupo de amigos de diversos puntos de Latinoamérica con los que hablamos de nuestros trabajos de cine y nuestras vidad personales y pues les conté como me sentía y que quería transformar ese dolor en arte. Ellos me apoyaron y además me invitaron a hacerlo más real, a no transformar la historia para que fuera más digerible, sino que la hiciera lo más real posible. Al principio, me dio mucho miedo aquello, creo que ahora lo tengo más aceptado el tema de la aceptación, pero entonces fue duro. Cuando mis amigos me propusieron que lo hiciera con temática gay lo primero que llegó a mi cabeza fue un prejuicio social, la no aceptación del público y de mi propia familia. Pero después de consultarlo con la almohada me di cuenta de que estaría bien y le daría un cambio a mi carrera así que seguí adelante. Mis amigos y mi propia necesidad de sacar aquello me hizo dar el paso final.
-Como artista ¿Por qué es tan fácil hacer arte del dolor?
-Cuando pasas por un momento complicado, cuando te duele por dentro del corazón y lo tienes roto estás mucho más sensible que cuando estás en momentos de felicidad. Cuando estás atravesando un momento de pérdida, de luto estás como más receptivo a ciertos detalles que estando en felicidad son más complicados de notar. El momento del dolor es buen momento para crear arte, obviamente no todo el mundo lo hace, pero yo siempre intento transformar mis emociones en algo mejor.
-¿Y de qué manera te reconstruyes?¿Cómo se recupera un corazón roto?
-La respuesta que todos me dan es la misma: tiempo. Mantener ocupada la mente, tiempo, mantener ocupada la mente, tiempo, mantener ocupada la mente….
-¿Funciona?
-Creo que no hay otra opción, siempre he intentado ayudarme con los demás,rodearme de gente que me haga sentir bien, pero no lo sé… Creo también que la receta está en el tiempo para que reubiquen las cosas, no tenemos otra opción.
-¿Cómo fue ese proceso de reconocimiento de tu identidad sexual?
-Pienso que mi mamá se lo imaginaba. Ella falleció hace cinco años y yo me crié en una cultura bastante fuerte y machista. Soy de la costa de Colombia. Aunque sabía que era homosexual no lo aceptaba, ni siquiera permitía que pasara por mi mente, pero cuando me fui a Argentina a estudiar terminé por aceptarme. Conocí a una mujer transexual y la veía tan feliz, tan tranquila, directora de cine, profesional, tan libre… Aquello me hizo reflexionar que no pasaba nada con quererse tal y como uno es. Estando en Argentina, seis meses después mi madre falleció. Cuando estaba en el cementerio, frente al ataúd de mi madre minutos antes de ser enterrada empecé a pensar en qué me enseñó mi madre, qué mensaje me dio. Recordé una vez cuando era un niño quemi madre me llevó a su habitación y me dijo: «Jaime, a mi no me interesa que profesiones escojan mis hijos, no me importa si mis hijos hacen cosas buenas o malas, no me importa la persona que elijan mis hijos como pareja,- y entonces me miró a los ojos fijamente y me dijo- lo único que me importa es que mis hijos sean felices». Cuando ese recuerdo llegó a mi mente fue como el último click que se produjo en mí para terminar de aceptarme tal y como soy.
-Y empezaste a ser uno más real.
Recién metieron su cuerpo en el cajón me di cuenta de que vinimos a ser felices, esta vida es solo una, tenemos que ser felices. Me di cuenta de que por lo que tanto sufrí durante tanto tiempo en mi vida era una bobada, yo no le hago daño a nadie. Luego no te imaginas lo fácil que es la vida cuando te comprendes como eres y te amas y aceptas tal y como eres. Cuando lo conté a mi círculo de amigos, mi respuesta fue un abrazo. Me di cuenta de todo el tiempo que había perdido mostrando un Jaime que no era.
– ¿Cómo has hecho para no caer en estereotipos a la hora de crear los personajes de tu corto?
-En todo el proceso de la construcción de esta obra, todo el equipo, absolutamente todos, le pusimos mucha atención a ese tema de no caer en los clichés. Por una parte, mi historia personal, no tengo nada contra los clichés, tengo amigos que son afeminados y otros más masculinos, pero por ejemplo mi manera de ser no va mucho con ser de esa manera, así que muy difícilmente como realizador me hubiese costado hacer un personaje así aunque no sea imposible. Yo no tengo nada contra ese cliché, pero en la construcción de un personaje sin los cliché siempre estuvo presente, en los ensayos.
-¿Cuánto tiempo os costó hacer este trabajo?
-Super rápido. Quizá por esa necesidad de sacar todos esos sentimientos. Nuestra primera reunión fue en finales de noviembre, diciembre y el 13 de enero estábamos grabando.
-¿Cuáles son tus temas?
-El amor siempre ha sido un tema recurrente en mis historias, desde mi primer corto, que se llama «Te quiero mucho», y que fue mi tesis de grado en la Universidad de Cine de Buenos Aires, traté el tema de la esquizofrenia porque siempre me ha apasionado el ir dentro de mis personajes y me refiero ir adentro de ellos es cambiar ese claroscuro que tenemos porque como seres humanos somos multicolores, me refiero a que a veces estamos felices, a veces tristes… Tenemos muchas tonalidades, no somos 100% buenos ni malos, hablamos diferentes con nuestros padres, con nuestros hermanos, con nuestras parejas, con nuestros amigos, con nuestros examigos, etc
-No somos la misma persona con las mismas personas…
-Exacto. Me parece muy interesante crear un personaje así, como nosotros. Meterme en esos sentimientos que a veces hemos tenido como humanos que somos como la rabia, que nos imaginamos cosas, me parece muy interesante. Creo que todos tenemos un granito de locura, hay unos que lo tienen mucho más que otros… (sonríe). El simple hecho de estar los dos aquí, en el momento previo a encontrarnos cada uno pudimos imaginar miles de cosas, pero eso está solo en tu mente. Cada realidad existe en las mentes de las personas. Me apasiona. Todas mis historias tratan de personajes que se imaginan cosas, pero ese mundo que imaginan son tan reales que los pueden tocar…Aunque solo existen en la mente.
-Tus mayores dificultades
-Los diálogos. Ha sido una cosa que cuando veo cada corto me quedo con esa sensación de que quiero trabajar más ahí. Ya casi se ha vuelto mi marca personal, pero sí. Quiero seguir trabajando en eso.
-A veces hay muchísima comunicación en los silencios y esa es otra manera de diálogo
-Los silencios hablan y la no respuesta es una respuesta, como en la vida diaria.
-¿Por qué es importante hacer cine LGBT?
-Hay que dar un grano de arena a esta sociedad, hay que hacer algo para mostrar que esto le puede pasar a cualquier persona, es como es, así es la vida. Hay que hacer este cine LGBT, QUEER, X, Z y todas las variantes porque es parte de la naturaleza humana y es importante mostrarla.
-Retos
Hasta el momento he hecho 12 cortos y cada proyecto es muy doloroso en el sentido de que es un esfuerzo muy grande. Tengo muchas ganas, tengo necesidad de dar un paso adelante y hacer mi primer largometraje. Ahora estoy apuntando a ese primer largo. Ya he hecho 12 ejercicios que aunque no han sido un boom quiero dar ese pasito más que es el largometraje. Soy una persona que nunca ha soñado con Hollywood ni nada de eso, lo que sí quiero es que el día que yo me muera haya gente que haya aprendido de mí, yo me quiero convertir en profesor de cine o abrir una escuela de cine en cualquier parte del mundo. A eso voy y estoy seguro de que lo voy a conseguir, por eso estoy en Madrid estudiando un Máster de Comunicación Audiovisual. Me gustaría que el día que me muera haya una mejor sociedad y que yo haya aportado ese granito de arena.
Flor Medina (@Fsilvestre5)
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