Novatadas, la humillación como tradición

En septiembre de 2014 se aprobó por primera vez una iniciativa contra las novatadas en los campus universitarios españoles. Parte de esa decisión se debió a la dimensión que habían tomado estas prácticas con las redes sociales, donde empezaron a circular con total impunidad pruebas absolutamente vejatorias.

Salir disfrazado o en ropa interior por la calle, probar sabores imposibles y beber enormes cantidades de alcohol sin parar, estas pruebas nunca han sido iguales, no obstante, se han mantenido en el tiempo.

La primera constancia que se tiene de su existencia se remonta a la época de Platón. Los recién llegados a La Academia (387 AC) eran sometidos a preguntas comprometidas con las que se jugaban el respeto de sus compañeros y su posible integración. Durante el Imperio Bizantino, año 530 DC, el emperador Justiniano decretó la primera ley contra las novatadas hacia los estudiantes de Derecho por ser consideradas indignas y propias de esclavos.

Más tarde, en la Edad Media (siglo XII), estas actividades eran permitidas por las autoridades académicas  y se utilizaban como demostración de experiencia y autoridad de los veteranos hacia los nuevos, considerados salvajes y faltos de adiestramiento. Entonces se daba a conocer como «pennalism» en las universidades europeas, sobre todo en la alemana.

Por otro lado, las pruebas de la existencia de novatadas en España datan del siglo XV, conocidas como «la picaresca». El propio Quevedo describió en su novela ‘El Buscón’ (1626) las burlas que sufrían los nuevos como ‘’la gran nevada’’, una lluvia de salivazos y gargajos. Sin embargo, había otras maneras de nombrar las bromas que se realizaban.

  • “Trato o matraca”: Los estudiantes veteranos se burlaban de palabra de los estudiantes novatos.
  • “Nevada”: Consistía en una lluvia de salivazos y gargajos.
  • “Meter en rueda”: Golpear a los novatos con libros y carpetas.
  • “Patente”: Suponía el pago de propinas en dinero o especies que posteriormente los veteranos se gastaban en borracheras y juergas .

En este tiempo llegaron las penalizaciones. La Universidad de París expulsaba en 1340 a quienes realizaran novatadas y para el año 1600 y principios de 1700 se prohibió definitivamente debido a las muertes ocurridas tras estas actividades.

No obstante, a principios del Siglo XX, se volvieron a aceptar. En la teoría, las novatadas tienen la finalidad de favorecer la integración y eliminar la timidez de los recién matriculados, esto es al menos en lo que se apoyan los defensores. Pero lo cierto es que en numerosas ocasiones esconden una falta de empatía, abuso de poder y tolerancia a la violencia inquietantes en jóvenes que están en proceso de obtener un título para incorporarse al mundo laboral.

De acuerdo al estudio español ‘NOvatadas, comprender para actuar’ las victimas mortales por estas prácticas fueron 17.312 desde 1970 hasta 2013, en la mayoría de los casos a consecuencia de la ingesta excesiva de alcohol. Aunque a día de hoy las novatadas están prohibidas en España, cada año se realizan campañas de concienciación y detección para evitar que se hagan a escondidas.

Bajo el amparo de la ley

Enrique Cebrián, escritor y profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Zaragoza, considera que sí hay recursos que amparan a las personas que son vulneradas en su derecho al honor y/o la dignidad.

“Hay protección jurídica. Depende de los casos y de los comportamiento y actitudes concretas, pues no es lo mismo una novatada que otra ya que se aplicaría un tipo de protección  u otra, -Explica-. Por ejemplo, cuando se atenta contra la libertad de una persona al obligarla a hacer algo que no quiere o, en casos mayores, cuando puede haber delitos de lesiones”.

Como afirma Cebrián, el derecho al honor tiene doble protección: por la vía civil y por la vía penal. En el ámbito de las novatadas la vía correcta es la civil ya que la penal está más relacionada con las cuestiones de intimidad, en cambio, la vía civil se encarga de castigar los delitos de injurias y comportamientos que vayan contra el honor y la dignidad de una persona.

Para el cineasta y director de la película ‘Novatos’, Pablo Aragüés, la responsabilidad es a dos partes entre los alumnos y los organismos encargados de regular el funcionamiento de la universidad. Por ello es fundamental que se creen medidas más fuertes para eliminar este problema.

Como reflexionaba la directora de NOmásnovatadas, José Sanmartín, ¿En qué tipo de sociedad vivimos, qué tipo de educación estamos dando a nuestros niños y adolescentes, para que algunos de ellos encuentren en el dolor ajeno una salida a su aburrimiento?.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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