Josune Muñoz: “Debe haber algún filtro para que no se publiquen los materiales que fomentan y glamurizan la violencia contra las mujeres”

“La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado y la imaginación circunda el mundo”. Frase de Einstein durante una entrevista con George Sylvester Viereck (1926)

Sea por su cuerpo o por el misterio que emana, la mujer siempre ha sido ese ser fetiche en las representaciones artísticas a lo largo de la historia. Si bien ya Einstein destacaba el poder de la imaginación para crear a voluntad lejos de normas y limitaciones ¿qué mayor poder podría tener una persona sobre otra sino en su mente?

Sin embargo, los mundos personales adquieren otro cariz cuando son expresados. Ya sea a través del dibujo, la literatura, la música o la escultura… la percepción del creador sobre determinado objeto tiene el poder de congelar y expandir ideas que pueden perpetuarse en el tiempo.

Hablamos sobre cómics con la filóloga vasca y experta en materia de género, Josune Muñoz, quien lleva años en un proyecto social y literario llamado Skolástika. Hace poco ha iniciado junto a el Observatorio de la Violencia contra las Mujeres de la Diputación de Bizkaia una denuncia contra el cómic ‘Heart beat’ editado por Norma en 2015, todo un paso en la lucha contra contenidos que obstruyen la igualdad de género.

Josune Muñoz cultivó el gusto por el cómic desde niña. Recuerda que le encantaba leer todo lo que caía en sus manos, desde tebeos exclusivamente para chicas como ‘Esther y su mundo’ o ‘Lily’ hasta ‘Tio Vivo’ y ‘Mortadelo y Filemon’. La afición traspasó fronteras y pronto llegaron los cómics de Enki Bilal, Moebius y Hugo Pratts. Sin embargo, las creaciones feministas de Nuria Pompeia o María Colino Crearon una sensibilidad en Josune que le dificultaba disfrutar de autores comoo Richard Corben, Guido Crepax, Manara o Robert Crumb cuyas obras estaban cargadas de imágenes sexistas.

“Hasta principios de los 90 compaginaba estas lecturas con el comic euskaldun HABEKO MIK o Napartheid pero cuando estos fueron acabando en los 90 la constante pornografización del cómic para adultos me acabó asqueando y aburriendo  -como a tantas y tantas mujeres que leíamos cómic en aquella época- y dejé de leer cómic una buena temporada.”

Con la llegada de la novela gráfica y Persépolis de Marjane Satrapi a principios de siglo XXI el amor volvió a florecer, pero esta vez desde una perspectiva crítica y constructiva. “Desde entonces ya no he parado de estudiar, analizar, teorizar, crear materiales pedagógicos como charlas, visionados, exposiciones…sobre cómic femenino y cómic feminista”.

-¿Qué es Skolástika?

-Skolastika es una empresa  feminista de servicios literarios creados por mujeres para todas las personas interesadas. Además de dar a conocer y reivindicar las producciones culturales de mujeres de todas, desde la literatura, arte, cómic o costura, hacemos charlas e impartimos cursos y seminarios sobre el tema dentro y fuera de Skolastika.

Desde hace años tenemos dos grandes temas de reflexión y análisis: las herramientas del patriarcado para invisibilizar las creaciones culturales de las mujeres y cómo revertirlas, y la violencia contra las mujeres y el amor romántico que la facilita y perpetúa. Sobre ambos temas hemos creado artículos, cursos y todo tipos de materiales.

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-¿Qué importancia tiene el cómic y cuál es su potencial para comunicar?

-El cómic por rica, variada y atractiva unión de imagen y palabra es un magnífico material para el entretenimiento y la evasión, pero además nosotras hemos encontrado una magnífica herramienta pedagógica porque gracias a la imagen puedes comunicar de una manera rápida y efectiva contenidos teóricos. Da igual el nivel de complejidad o abstracción, si encuentras una buena imagen que lo enseñe se asume con gran facilidad y más las jóvenes generaciones tan acostumbradas al lenguaje visual.

-¿Cómic femenino y cómic feminista? ¿Cuál es la diferencia?

-El cómic femenino es el creado por las mujeres. Siempre se ha considerado de segundo nivel, la prueba de ello es que las autoras más jóvenes aborrecen el término porque son conscientes de la carga peyorativa que lleva y temen que pueda lastrar o perjudicar su trabajo.

El cómic feminista tiene otras características. Para empezar, nace en los años 70 como afluente de la gran corriente que fue el cómic underground, creado por artistas feministas.  Se caracteriza por una fortísima carga de denuncia. Sus obras, de alto contenido político y autobiográfico – siguiendo el gran lema feminista de lo personal es político-, abordaran temáticas que hasta entonces nunca se habían abordado en el mundo del cómic: la maternidad, el aborto, la violación, la menstruación, el deseo femenino, el lesbianismo… todos narrados de una manera muy expresiva, ácida, crítica y muy poco victimista, con mucho humor. Esto hace que sigan siendo muy actuales. En concreto, en EE. UU. se acaba de publicar una extensa antología que  recoge y reivindica la principal revista de cómic feminista, el mítico wimmen comix. Podemos encontrar comic feminista en Latino américa en autoras como Cintia Bolio, Maitena o en Europa. La italiana Pat Carrá, Claire Brétecher…

-¿Qué autoras del cómic feminista español tenemos de referencia?

-Yo subrayaría la obra de dos de ellas: Nuria Pompeia, absoluta pionera y  Marika. Ambas comparten las características que hemos mencionado arriba y su obra tienen una gran personalidad. Nuria con su trazo aparentemente sencillo y tan expresivo y Marika con su trazo tan rotundo… incluso si no tienes interés por el cómic feminista te puedes acercar a sus obras por su interés histórica y sociológico. Son interesantísimos testimonios visuales de cómo vivían, sentían y reían las mujeres.  Por suerte, la obra de ambas está recibiendo el reconocimiento y en la actualidad cada una de estas autoras tiene una exposición en alguna ciudad. En concreto la de Nuria Pompeia estuvo en Zaragoza en octubre y la de Marika se acaba de inaugurar en la universidad de Barcelona.

-Hablemos de las miradas en el cómic. ¿Cuál es la mirada sexista y la feminista?

Las miradas son nuestras maneras de ver, entender, organizar y representar el mundo.  Por eso, nos hemos centrado en este término, porque “enseña” muy bien que dependiendo de cómo miremos, y lo que es más importante, hacia donde miremos, crearemos un tipo de cómic, en general, y un tipo de imágenes, en particular.

Aunque somos conscientes de que hay más, nosotras hemos centrado nuestro trabajo en 3 de ellas. La mirada sexista es la que en el mundo del cómic se entiende como “Normal” es decir, la habitual en el cómic meanstream o comercial. La que vemos en los tebeos de superhéroes, en los álbumes europeos, en el manga… en ella se da un claro reparto de roles y estereotipos: Los hombres se asocian a acción, lucha, poder y decisión social, política, económica. Su ámbito es público donde es protagonista de todo tipo de hazañas. Valiente, honesto y puro de corazón, su belleza, aunque se valora, es secundaria. Las mujeres aparecen como novias, madres, amigas… en tareas tradicionales, mayoritariamente relacionadas con el hogar y cuidados, y las superheroínas lo son a la manera masculina pero con cuerpos imposibles. La mujeres aparecen como seres fundamentalmente sentimentales y sus vidas giran en torno al amor romántico. La mirada sexista sentimentaliza, infantiliza y sexualiza a las mujeres que han de ser siempre jóvenes, bellas, delgadas,… a punto para gustar y ser seducidas por los hombres. Esto es asumido tanto por hombres como por mujeres que crean cómics, y más si se quieren integrar en la industria del cómic. Con todo, podríamos hacer algunos matices como la mirada sexista femenina que  comparte pero suaviza todas estas características. O una mirada mucho más personal, la mirada del cómic de autora que busca evitar todo esto creando una mirada más personal.

-¿Hablas de una mirada misógina?

-Sí, La mirada misógina va más allá y es mucho más daniña y peligrosa para las mujeres porque las mujeres aparecen  deshumanizadas, no son verdaderos seres humanos sino cuerpos en su más cruda desnudez. Las mujeres siempre aparecen sin contexto, solas, aisladas. No tienen personalidad, emociones  o deseos más allá de ser sometidas a un sexo violento y vejatorio, que además aparece justificado porque a ellas siempre les gusta. Citaré dos nombres que aclaran lo que quiero decir: Milo Manara o Robert Crumb quienes aunque gozan de un impresionante reconocimiento y admiración,  las posturas de las mujeres que dibujan son supersexuales cuando no directamente animalizadas. Tras analizar miles de imágenes de cómic podemos afirmar que para la mirada misógina todas las mujeres son putas, brujas, locas o histéricas sin sentimientos, lo que justifica el constante daño al que se las somete. Esta mirada  humilla y denigra a las mujeres y vicia severamente las relaciones humanas en cuanto que fomenta  relaciones perversas, violentas, desiguales y dañinas.

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-¿Y la mirada feminista?

-La mirada feminista es muy crítica con las anteriores miradas. Propone otros modelos físicos visibilizando a mujeres no sexualizadas, ni idealizadas ni deformadas. Aparecen mujeres de todas edades y condiciones, en muchas ocasiones juntas y con relaciones solidarias entre ellas. Humaniza a las mujeres al reflejar sus problemas, inquietudes, preocupaciones y todo tipo de emociones entre las se encuentran el dolor, la rabia e indignación. La mirada feminista mira hacia los temas femeninos: maternidad, maltrato, la regla, el aborto…. Igualmente, acerca las denuncias y propuestas del movimiento feminista.

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Hablemos de ‘Heart Beat’. Después del análisis que realizó junto con el observatorio de la violencia contra las mujeres de la diputación de Bizkaia ¿a qué conclusiones se llegaron?

-‘Heart Beat’ es tan sólo un ejemplo, por desgracia podríamos poner muchos más. Es un cómic de autora, es decir con guión y dibujo de la misma persona, en este caso Maria Jovet, editado por Norma en 2015. Descubrimos Heart Beat por su llamativa portada y lo compramos porque intentamos hacernos con todo el cómic creado por las mujeres cada año. Al analizar el contenido nos asombró la cantidad de explicita violencia contra las mujeres que contenía y nos preocupó que sus elaboradas y bellas imágenes pudieran hacerlo especialmente atractivo a las mujeres más jóvenes. En unas pocas semanas ‘Heart beat’  era la imagen de publicidad de la editorial para una feria y decidimos hacer algo que nunca habíamos hecho: ponernos en contacto con una de las instituciones con las que llevamos años colaborando para ver qué medidas se podían tomar: el observatorio de la violencia contra las mujeres de la diputación de Bizkaia. A sus especialistas les pareció tan preocupante o más que a nosotras y empezó un debate que todavía no hemos resuelto: ¿Qué se les hace llegar, una queja, una denuncia?  ¿Cómo se denuncia este tipo de materiales sin que la denuncia arruine la carrera de María Jovet? Porque si algo teníamos claro era que la denuncia tenía que dirigirse a la editorial, pero a quién, y cómo de manera privada, es decir desde Skolastika, el servicio a la editorial, de manera pública a través de un medio de comunicación… es complejo. Además éramos conscientes que hacer algo así en el mundo del cómic era muy delicado porque se nos iban a echar encima. Por experiencias previas, nos temíamos que no iban a entender nuestra denuncia más que como un intento de censurar un material.

-¿Vale la pena?

-Creemos que es necesario crear algún tipo de control sobre los materiales que se publican. Lo que no tiene sentido es tener un problema social tan grave como el de la violencia contra las mujeres que produce tantas muertes y sufrimiento social y familiar, haber conseguido crear leyes e instituciones para dar pasos en su erradicación, estar constantemente gastando dinero público en campañas, actos y materiales para intentar detectarla y acabar con ella  y que los materiales culturales que la fomentan y perpetúan no sean controlados ni erradicados. No tiene que ver con la libertad de expresión, tiene que ver con la coherencia y la responsabilidad social.

Cada autor o autora puede dibujar lo que quiera, faltaría más, pero eso no quiere decir que sus creaciones tengan que publicarse solo por haber sido creadas, algunas quizás deban quedarse en los cajones de su casa. En las editoriales debe haber algún filtro para que no se publiquen los materiales que fomentan y glamurizan la violencia contra las mujeres, pero decir o pedir esto que es de absoluta coherencia si se quiere acabar con el problema suele ser como soltar una bomba atómica. Cada vez que lo comento se monta cada una… parece como si las viñetas fueran más imprescindibles o  importantes que las vidas de las mujeres. Pues yo lo digo bien alto, prefiero salvar vidas antes que viñetas.

-¿Hipocresía?

-Aunque a estas alturas se sabe que estamos ante un problema muy complejo y severo no se consulta a las especialistas que llevan años reflexionando, analizándolo y denunciándolo. Como las feministas estamos ridiculizadas por estereotipos que nos (re)presentan como histéricas, exageradas o amargadas. Nuestro trabajo teórica y práctico llega distorsionado a la sociedad.

El problema es estructural, corre por todos los mecanismos sociales, culturales, políticas… se ha avanzado  mucho, por supuesto, pero las medidas profundas, las de gran calado, las que mostrarían hasta qué punto el sistema está decidido a erradicarlo como la que propongo no se toman.  Por seguir el ejemplo de ‘Heart beat’, este cómic salió al mercado sólo unas semanas antes de la celebración del 25N, el día internacional de la violencia contra las mujeres, hemos visto editarse cómics misóginos con dinero público, porque la voz crítica de las mujeres sigue siendo periférica y arrinconada por la sociedad y el mundo del cómic.

-¿Cuál es el mayor reto que ve para las mujeres que buscan la igualdad de géneros?

-Que seamos cada vez más, que las mujeres jóvenes se sacudan ese estereotipo contra las mujeres del movimiento feminista y se acerquen para seguir luchando juntas por la igualdad, que las feministas encontremos la manera de hacer atractivo nuestro discurso porque claro ¿a qué mujer le gusta que le digan que la igualdad es una mentira, un fraude, una falacia? El discurso de la igualdad es más agradable de escuchar.

 -¿Qué hace a una mujer poderosa?

-Saberlo, creérselo, ejercerlo y desde luego, ser económicamente independiente. La libertad nos hace poderosas. No va a ser fácil, será costoso  pero somos muchas. Si algo  he aprendido durante mis décadas como feminista es que lo que hace a una mujer poderosa es la sana compañía de otras mujeres poderosas. Poder a la manera que lo entienden muchas mujeres: ayuda, solidaridad, compañía, alegría, por ejemplo.

-Flor Medina (@Fsilvestre5)

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