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Elena Bandrés: «Las víctimas de violencia de género mueren dos veces. Una a manos del asesino y otra condenada por la sociedad»

Elena Bandrés Goldáraz

 La violencia de género en los medios de comunicación

Cada vez más los medios de comunicación, sobre todo en televisión, deben someterse a las exigencias de la inmediatez. La rapidez puede provocar en ocasiones que se haga un trato injusto de la información, que se descontextualicen ciertos datos, y en el peor de los casos, que se fomenten estereotipos tóxicos para una buena convivencia entre los ciudadanos. Una de las grandes afectadas –aparte de las minorías étnicas– son las mujeres, en concreto con los casos de violencia de género.

Elena Bandrés, periodista y profesora de Comunicación en Televisión de la Universidad de Zaragoza, lidera desde 2011 una PROPUESTA PARA EL TRATAMIENTO EFICAZ DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO. 

Más de 45 mujeres asesinadas por violencia de género en España en 2014. A pesar de los protocolos y campañas de concienciación sobre este mal, el problema de la violencia parece crecer y evolucionar. De acuerdo a datos recientes del Consejo General del Poder Judicial, un 4% de las adolescentes de entre 14 y 19 años han sufrido agresiones por sus parejas. En 2013 el número de maltratadores menores de edad juzgados aumentó un 5%.

¿Cuáles son los estereotipos que más se fomentan? ¿Nos puede dar un ejemplo?

En el caso de violencia de género el que una mujer que aparezca en una fotografía, como ocurrió con una mujer asesinada en Almería por su pareja sentimental; esta mujer aparecía con una camiseta de tirantes, ella tenía mucho pecho, aparece con el pelo despeinado, y aparece esa imagen mientras se decía que esta persona tenía un marido en su país de origen. ¿Qué estereotipo estás fomentando?

Es como decir: “usted llevaba una vida demasiado licenciosa, usted llevaba una vida que contraviene los sistemas morales más fundamentales”, y ahí estás fomentando el estereotipo de persona que se “busca su propio mal”.

Y esto afecta a los receptores de la información

No estás haciendo que la sociedad tome conciencia de este problema, que  el problema  haya sido una persona que no ha respetado a la otra persona  y que la ha considerado su propiedad por lo tanto ha podido hacer con ella lo que ha querido hasta matarla. Estás fomentando ese tipo de estereotipo, y luego para esa persona la estás volviendo a matar. Las víctimas de violencia de género mueren dos veces. Una a manos del asesino y otra condenada por la sociedad. ¿Hasta cuándo va a pasar esto? Esto es terrorífico.

EL MACHISMO DESDE LA INFANCIA

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» Si ahora vamos a un patio de un colegio de cualquier ciudad española, veríamos como los niños ocupan el centro del patio, están jugando al fútbol o al baloncesto, y las niñas están diseminadas por los rincones. Lo que pasa aquí es que a los hombres desde pequeños se les está acostumbrando a que ocupen el espacio público, y a las mujeres en los rincones.

Se está cultivando de manera inconsciente en los colegios. Nadie está transmitiendo conscientemente esta manera de que “las mujeres ocupen una parte y los hombres otras”, pero se están transmitiendo. Hay una serie de roles que inconscientemente siguen en nuestra cabeza y quien tiene que transmitirlo, como es el profesorado, no lo está haciendo bien. Los profesores no le están diciendo a una niña que también puede ser ingeniera, que también puede ser médico. A las mujeres se nos transmite de manera inconsciente que lo fundamental es la maternidad y toda nuestra vida va a ir condicionada por esa maternidad.»

Me recuerda a la presidenta del círculo de Empresarios, Mónica Oriol, cuando declaró que prefería contratar a mujeres de menos de 25 años o de más de 45 por el riesgo de embarazo.

Eso es un claro ejemplo de una mujer prisionera de sus propios estereotipos. Eso es mentira. Está demostradísimo que una mujer con hijos a su cargo y una flexibilidad laboral trabaja cien veces mejor porque ella es consciente de la responsabilidad que tiene. Muchas veces lo que necesitamos las mujeres o los hombres que se ocupan de sus hijos es cierta flexibilidad laboral.

Si quieres que la sociedad avance, la única manera es con generaciones que cojan el relevo. Si impides que las mujeres puedan ejercer su maternidad sin que les afecte en su vida laboral, estás impidiendo un desarrollo.

¿Cuáles son las claves de su propuesta?

Pautas concretas. Que se den las imágenes del presunto asesino, respetando la presunción de inocencia; que se den imágenes de la cárcel; que se muestre a esta persona mientras se le conduce a la cárcel; que no se ponga bajo ningún concepto la imagen de la víctima si no se pone la imagen del asesino.

¿Por qué es tan importante la imagen?

Si no aparece la imagen del culpable, el presunto posible maltratador no ve reflejado para nada una condena social, que ese acto es malo. A mí me sigue escociendo y doliendo que si resulta que para dar información sobre el grupo terrorista ETA – que lleva ya unos meses que dio el alto al fuego, aunque no ha entregado las armas– hubo un acuerdo para que se distribuyeran las imágenes de la policía. ¿Por qué no se hace lo mismo sobre la violencia de género cuando es también terrorismo?

Claro, como no hay mujeres al frente de los cargos de responsabilidad en los medios de comunicación no lo consideran un problema. Cuando muere una mujer, no solo muere una mujer, muere también un enorme pedazo de sociedad con ella. Es un fracaso estrepitoso que todavía hoy, siglo XXI siga muriendo una mujer porque un hombre considera que es suya.

No se hace nada porque no se quiere. En junio del año pasado la policía detuvo a una serie de personas en Barcelona acusados de ser terroristas y sin ningún tipo de pruebas, sin haber instruido el juez la causa; era una acusación policial y aparecieron las imágenes de estas personas en la web del Ministerio de Interior. ¿Pueden hacer eso vulnerando la intimidad de estas personas  y no pueden poner la imagen de un asesino pillado in fraganti, incluso de asesinos confesos?

¿Qué experiencias ha tenido con esta situación en su trayectoria periodística?

Una vez un jefe me obligó a sacar la imagen de un cuerpo que se trasladaba a la morgue, y me echaron una bronca monumental porque yo no quería hacerlo, al menos que se sacara la foto del asesino. Al final lo que estás generando es morbo lacerante para la víctima y no estas generando conciencia social de ese asesinato. No estas generando una serie de mecanismos para evitar que presuntos asesinos sigan por ese camino.

Hay más en su propuesta

Sí. Que se den datos por parte de expertos, psicólogos, jueces, policía… que hablen de la importancia de acabar un conflicto de pareja de manera pacífica; que se informe sobre la autoestima masculina en el caso de que sufra una ruptura por parte de su pareja, que no se pongan declaraciones de personas alabando el buen comportamiento del asesino.

¿Cómo es eso?

Sacar declaraciones de los vecinos, amigos o familiares diciendo lo buena persona que era el  agresor o asesino; se les está quitando agravantes y se les está poniendo atenuantes. Esta persona premeditó lo que ha hecho y con estas declaraciones lo que se consigue es mostrar que esa persona ha hecho lo que ha hecho por una enajenación transitoria.

¿Tan complicado es adoptar unas pautas tan razonables?

A los medios de comunicación y al propio Gobierno no les interesa; consideran que es una injerencia de tal calibre meterse en el funcionamiento interno de los medios de comunicación que nadie da ese paso.

La violencia de género se da porque tenemos una sociedad patriarcal muy violenta.  Cambiar este mapa mental se consigue con una educación a largo plazo. Y esto ahora mismo es imposible, por lo menos en España. La nueva ley  desastrosa de educación del Partido Popular ahora mismo no tiene más que una sola referencia a la educación en igualdad.

Educar en igualdad significa revisar estereotipos, eliminar estereotipos, dar pautas para que de manera trasversal, es decir, en todas las asignaturas se dé una visión de género. El hombre igual a la mujer, la mujer igual al hombre. Esto no se está haciendo ni se va a hacer ni lo puso el anterior gobierno socialista.  Lo que se puede hacer es: A largo plazo con un cambio  profundo en la educación que llegase hasta la secundaria, y a corto plazo sería con una información que sirviera para que el posible nuevo maltratador cambiara eso en su cabeza.

“Cuando trabajaba en un medio de comunicación y me obligaban a contar la información de manera morbosa, solo me pedían resolver con el cadáver, el reguero de sangre… Me plantee entonces que se necesitaba otra manera de contar los casos de violencia de género.”- Elena Bandrés.

¿Es posible un cambio de mentalidad en la sociedad? ¿Y qué podemos hacer cada uno como ciudadano?

Tal y como se está contando todo ahora mismo es imposible, porque la indignación dura lo que dura la noticia. Si la información dura un minuto veinte la indignación dura un minuto veinte. Es como está pasando con el ébola, el ébola empieza a preocupar cuando los países ricos se  sienten amenazados. Hay 10 mil afectados en áfrica ¿A quién le importa? ¿Cuándo importa? Cuando hay una enfermera afectada en Madrid la gente se sube por las paredes y con todo; con el Sida igual. Empezó a ser una enfermedad cuando empezó a afectar a países ricos.

No puede haber un cambio de mentalidad inmediato porque no se ha generado un problema de conciencia social. Por eso es tan importante las organizaciones y colectivos que están dando la alarma sobre el problema del machismo.

Tenemos una sociedad muy hipócrita y microparcelada en el que hemos metido el problema de la violencia de género como algo doméstico. Llamar violencia de género como ‘violencia doméstica’ lo que consigues en ponerlo en algo doméstico, volvemos a despertar estereotipos. ‘Doméstico’ es algo que ocurre en casa, algo privado y no es así. La violencia de género no es algo privado, es un problema de toda la sociedad. Eso no va a cambiar porque  el gobierno ha demostrado que no le interesa y lo convierte en problema doméstico y la educación en igualdad desaparece por completo del currículo educativo.

Podemos hacer muchas cosas, desde hablar con tu vecino cuando ves una conducta reprobable contra su pareja. Cuando entras a una tienda y ves a alguien robar llamas a la policía, y con los casos de violencia machista debería hacerse lo mismo.

Por Flor Medina (@fsilvestre5)

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