Los auténticos Fashion Victims

Imágenes de Sweatshop
  • Una bloguera de moda cuenta los abusos en las fábricas textiles de Camboya
  •  Anniken Jørgensen es el nombre de la noruega de 18 años que molesta a la reconocida marca H&M tras contar las injusticias cometidas por la empresa en sus fábricas textiles en Camboya.
Imágenes de Sweatshop

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 Flor M./El salario mínimo de los trabajadores del textil en Camboya apenas llega a los 90 dólares (tres dólares por día); no importa la cantidad de prendas que cosan, el precio no varía. Lo que sí varían son los empleados, reemplazados con mucha frecuencia. Una estrategia de los dueños para eludir las bajas por maternidad o la creación de sindicatos. Hay temor para manifestarse, quienes lo hacen corren el riesgo de ser despedidos al instante.

Las largas horas de trabajo imposibilitan a los trabajadores tener una buena alimentación- muchos solo pueden permitirse una comida al día, los desmayos en las factorías textiles de Camboya es una constante. Es en este contexto donde grandes firmas europeas y estadounidense confeccionan las prendas que luego compramos en el mercado.

Se trataba de un reality realizado por la televisión noruega Aftenposten. Sweat shop -Fábrica de trabajo esclavo en inglés- adentraba a tres jóvenes noruegos en el mismo centro de la industria textil. Durante 30 días, los chicos experimentaban de lleno la pura realidad de los trabajadores de la textil en Camboya. Fue allí, donde Jørgensen se golpeó con la  situación de cientos de personas en toda Asia .Al finalizar la grabación del programa,  Jorgensen denunció en concreto a H&M como una de las empresas que sostiene la injusticia y el maltrato en sus factorías.

  “Se han dado muchos casos de golpes y empujones a los trabajadores. Con un pequeño fallo estás despedido. Te cambian instantáneamente por alguien nuevo.” Asegura Jørgensen en su blog http://annijor.blogg.no/1407935520_norge_er_ikke_rlig.html 

La marca no tardó en responder y aseguró que en el programa no consta ninguna imagen que la implique con la fábrica. Sin embargo, la joven noruega afirma que conoció a empleados de H&M y sus historias eran terribles.

“Hablé con chicas que no se podían permitir una compresa durante su menstruación. El aire sucio de las fábricas provocó graves enfermedades a muchas personas. Otras tantas se desmayaban porque no tenían dinero para más de una comida al día. Hablé con gente que había sido amenazada por protestar, gente que no se podía permitir tratamiento médico y moría por un constipado”

En cuanto la joven empezó a nombrar a  H&M, la productora del reality le advirtió que no mencionara a ninguna firma.

«Es demasiado frustrante que una cadena de ropa tenga tanto poder como para asustar al periódico más grande de Noruega»- describía Jørgensen después de que Aftenposten le prohibiera mencionar nombres de marcas -“No es de extrañar que el mundo esté así. Pensaba que en mi país había libertad de expresión. Me equivoqué“.

Collage del programa, Anniken Jørgensen en medio.

Collage del programa, Anniken Jørgensen en medio.

Como revela el estudio Shop til’ they drop https://www.cleanclothes.org/resources/national-cccs/shop-til-they-drop  ‘compra hasta que caigan’,  la marca H&M junto a GAP, Walmart y Adidas recibe unos beneficios de alrededor de 608,000 millones de dólares. Casi 43 veces el PIB de Camboya. No es de extrañar que los dueños de estas enormes empresas tengan el control absoluto.

El estudio además sostiene que los trabajadores sufren desvanecimientos frecuentes porque “no tienen una suficiente y adecuada alimentación, además el clima es muy caliente y los trabajadores suelen llevar chaquetas y capas muy gruesas”.

Fuente: Campaña Ropa Limpia

Fuente: Campaña Ropa Limpia

No es el primer informe que arroja datos escandalosos sobre la paupérrima situación de los trabajares en fábricas para multinacionales. En 2012 los medios advertían sobre una ola de desmayos en las fábricas textiles camboyanas, más de 2.100 desvanecimientos, a causa de  las malas condiciones de trabajo. Ese mismo año, una fábrica que trabajaba para la empresa norteamericana Walmart y la sueca H&M, cerró sin pagar a sus empleados. En solo cuatro meses, la directiva les había reducido el sueldo en un 50%. Cuando los trabajadores mostraron su contundente rechazo, 200 personas se quedaron en la calle y sin su dinero ya que el dueño se había ido sin dejar rastro.

Más reciente aún, el pasado 3 de enero de 2014, fue la brutal represión que sufrieron unos obreros del textil en Nom Pen (capital de Camboya). Los trabajadores salieron a las calles para exigir un aumento salarial a 130 euros mensuales, pero las autoridades dispararon a los huelguistas. Veintitrés personas detenidas, cuatro muertos y una treintena de heridos. La FIDH ha presentado el caso Empresas y Derechos Humanos al Grupo de Trabajo de la ONU.

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